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La Danta Cantaba

WISKAS

WISKAS

“Supongamos que su alma ha reencarnado en el cuerpo de una rata. Una rata de letrina, que tendrá que cumplir todas sus funciones naturales: buscar alimento, huir de depredadores, cavar una cueva o una red de ellas instalada en medio de una conspícua oscuridad. El reencarnado sin dudas logrará hacer todo aquello e incluso mas: fornicar gozozamente, procrear para cumplir su biológico deber, envejecer y morir, gracias a toda un variado repertorio de herramientas naturales: garras para cavar, colmillos para roer, patitas para desplazarse, todo una mágica serie de atributos que comienzan a ser usados apenas al nacer, cuando sin saber cómo ni porqué logramos hallar un pezón materno cercano y mamamos hasta la saciedad por unos cuantos días. En apenas 20 de ellos sorprende al animalillo el momento de hacerse independiente en aquel hábitat tenebroso e irregular.  En tal oscuridad el sentido de la vista no será de mayor utilidad,  y es entonces cuando el bicho descubrirá el gran valor biológico de su esplendoroso bigote, cuyos pelillos (whiskers o vibrissae) se alargarán prolificamente alrrededor del hocico para formar un verdadero ”abanico”, cuyo contorno siluetéa maravillosamente el cuerpo del animalillo, e incluso alcanzará bastante mas allá de ese contorno,  desplegando desde el pequeño hocico un verdadero enjambre de antenillas o radares pilosos, que a cada milisegundo enviarán a su cerebro información fidedigna de todas clase de hoquedades y cuevas por donde el roedor necesitará aprender desplazarse -incluso a gran velocidad- sin desbarrancarse, sin “salirse de la pista” ni estrellarse con un invisible pero contundente objeto fijo que bien podría causar daño a sus salientes ojillos, y toda clase de contusiones. Uno podría imaginar un juego computacional llamado “la carrera del ratón” que la pantalla del ordenador simulase toda clase de las visicitudes y obstaculillos que son usuales en la asquerosa vida de un roedor de albañal, obligado a moverse velozmente por toda clase de rutas, peligros, repentinos obstáculos y apagones que el jugador tendría que ir evitando con la máxima habilidad para acumular puntos y llegar a coronarse como campeón. Quizás no sería una mala idea de negocios, verdad? Y en todo aquel maremagnum de estrategias para sobrevivir, el exótico bigotillo dejaría de ser un simple capricho anatómico, sino un valiosísimo sistema sensorial que informa al animal con la mayor minuciosidad de de las caprichosas sinuosidades del entorno, que serán de gran valor para recorrer con éxito y rapidéz aquellos sinuosos caminos, en lugar de andar dándose cabezazos, y causándose toda clase de lesiones dañinas”

Con viváz expresión en su rostro , así discurría el bigotudo Van Der Loos hablando del significado de sus investigaciones de entonces, que con ocasión del té vespertino, varios estudiantes de neurociencias del Hospital Maudsley compartimos una ya otoñal tarde londinense, antes de que cada quien regresase a, la biblioteca, laboratorio o cubículo donde cada quien se esforzaba por encontrar responder alguna rigurosa pregunta científica, antes de que terminásemos compartiendo nuevamente un rato social en el Pub mas cercano, donde chocaríamos nuestras respectivos jarras con alguna de las diversas y escabrosas cervezas disponibles a la sazón: lager, ale, keg, o la negrísima, amarga y deliciosa guiness que con el tiempo cada quien aprendía a disfrutar en aquel ambiente alegre y acogedor del “common room”, donde en ocasiones especiales sonaba la música y rondaba el baile anglicoso -rock y reggae, por ejemplo - hasta las 10:00:00 PM (GMT) exactamente, como mandaba la Ley y su inexolable campana. De haber sido una tarde de viernes quizás alguno de aquel bucle de creativos habría sugerido continuar un rato mas la juerga en algún club local de teatro donde la parranda, y a veces alguna presentación de jazz vivo bastaría para robarle un par de horas al espíritu del rigor de la Ley, y entonces poder disfrutar la música de bandas locales, en donde no era raro encontrar a alguno de aquellos compañeros de trabajo ofreciendo su mejor sudor para hacer sonar su propio instrumento melodioso, armónico o percusivo.

Van Der Loos había llegado por allí esos días como parte de un animado grupillo de escandinavos  suizófilos que por varios veranos tomamos por costumbre visitarnos en esta o en la otra punta del camino. El padre de Nicole, su graciosa compañera, poseía un modesto viñedo en una colina del lago de Ginebra, con su correspondiente bodega, desde donde, botellas en mano, soliamos trepar hasta la terraza aledaña, con vista sobre el lago de Ginebra, donde nos embelesábamos conversando animadamente sobre todos los vericuetos de la vida mientras disfrutanbamos el mas esplendoroso vino blanco delicadamente espumoso que existía sobre la aquellas tierras.

Entretanto nuestra mente seguía un poco embobada en aquella fantasía de clara inspiración kafkiana , suponiendo que una improbable rendijilla de luz, y un maloliente espejo de aguas negras nos daría ocasión para divisar la nueva apariencia de nuestro héroe: un hociquillo bien dentado, dos ojillos vivaces, cuatro patitas saltarinas, una bola algodonosa por cuerpo, y aquellos maravillosos bigotes, cuya ventajas de inmediato comenzábamos a percibir a medida que aprendíamos a trasladarnos en la imaginada y sinuosa oscuridad que la graciosa fantasía de nuestra eventual reencarnación en cuerpo de roedor había teido la virtud de hacernos comprender el portento sensorial de aquellos bigotillos-radares que tan indispensables nos iban a resultar en nuestra eventual nueva vida de rata roñosa y cañeril.

 

SOCIOPOLÍTICA DEL SIGLO XXI

SOCIOPOLÍTICA DEL SIGLO XXI

Los seres humanos llevamos ya unos 150 años “debatiendo” acerca de las bondades y/o perversiones del capitalismo y del socialismo como sistemas económicos mutuamente excluyentes, y a todas luces, aún a pesar de la caída del muro de Berlín en 1989 y de la subsiguiente vonglicería del "fín de las ideologías”, el debate persiste en los mas diversos ámbitos y circunstancias: cafeterías y desayunaderos de alta y baja raléa, inesperadas conversaciones de taxi, barberías y peluquerías, botiquines de borrachos, foros económicos mundiales, parlamentos, gabinetes de gobierno, acaso en la propia corte celestial. Casi desde niño he venido sospechando que las verdades profundas atinentes al caso subyacen escondidas en enrevesados ovillos, cuyas complicadísimas tramas vienen siendo lenta pero inexorablemente desentrañadas por la razón, las vivencias históricas, el avance de la psico-antropología, el desarrollo de las matemáticas, y de las tecnologías computacionales que progresivamente nos vienen capacitando, no sólo para comprender mejor y mas exhaustivamente los fenómenos del pasado, sino también para elaborar toda clase de complejos escenarios virtuales de cara al futuro. Aunque éstos jamás podrán totalmente la experimentación real, ciertamente permiten descubrir inesperadas complejidades a tener en cuenta al analizar nuestro entorno. Bien usadas, estas novedosas herramientas cibernéticas nos ayudan a evitar desagradables sorpresas, como las que suelen ocurrir cada vez que, usando el mas “prístino” razonamiento, el hombre interviene políticamente para introducir “soluciones” a grandes, medianos e incluso pequeños problemas, en cuya implementación terminamos decubriendo que el remedio ha resultado peor que la enfermedad.

El antecedente conceptual de la moderna “jueguística” virtual computarizada devino del pragmatismo de la experimentación real de pequeña escala, también llamada "experiencia-piloto”, y su entronización en la mente humana está indisolublemente ligada al desarrollo de la economía de costos a partir de la revolución industrial.

De algún cocinero una vez aprendimos que los errores que podemos cometer en la preparación de un plato casi siempre tienen solución, pueden ser de algún modo “compensados” mediante alguna maniobra correctiva por un cocinero medianamente avezado. Quizás por ello pocas veces vemos a un cocinero doméstico preparando diversas versiones de un plato particualr, siguiendo recetas alternativas con la intención de verificar al final cuál de las opciones ensayadas  resulta la mas exitosa. La creatividad del cocinero se inicia al momento de apreciar los ingredientes de los que dispone, a partir de lo cual el cocinero se compromete con una idea particular, que puede requerir algún ajuste en el camino de su elaboración, pero que devendrá en un sólo producto culinario, que luego se someterá naturalmente a un concenso calificatorio por el colectivo comensal. En el peor caso, la vianda no será objeto de general aclamación, y entonces una buena parte de ella puede terminar en el cesto de la basura, o en la paila de los siempre menos exigentes paladares de otras criaturas., cuadrúpedas ellas las mas de las veces. No así ocurre, digamos, en una fábrica propiamente dicha, en la que cualquier ocurrencia innovadora (por muy bien argumentada que se tenga) puede resultar efectivamente catastrófica en el sentido financiero, aún cuando debamos aceptar que el efecto contrario puede tambien ocurrir una de cada cien veces.

Es así por ejemplo que si a algún fabricante de cerveza de exitosa tradición y amplio mercado se le ocurriese cambiar, aún en mínima medida, la platónica receta en la que ha venido asentandandose su éxito comercial, probablemente optará por hacerlo primero en pequeña escala para someter a prueba práctica las ideas innovativas, y para realizar pruebas de “aceptación” en círculos relativamente íntimos. La “experimentación social”, lamentablemente no ha venido evolucionando de esa manera. Cualesquiera que hayan sido los propósitos declarados de la construcción de las obras mas monumentales de la historia humana, ellas se realizaron imponiendo a sangre y fuego algunas ideas preconcebidas, muchos siglos antes de que los humanos hubiesen llegado a desarrollar el concepto del diálogo y las experiencia-piloto. Hoy sabemos mucho de las grandes construcciones épicas de la historia, pero conocemos poco de los proyectos de naturaleza épica que en cambio fracasaron. Quizás corresponda al capitalismo buena parte del mérito por la introducción en el acervo socio-político el crucial papel del ensayo y el error como modos de gestión. Otro tanto podría por ejemplo comentarse de aspectos de los cambios en la ocurridos en la metalurgia militar o en tantos otros aspectos de la tecnología de significación masiva. La experiencia piloto nos enseña, y nos muestra aspectos escondidos o inesperados de la fenomenología del cosmos. Sin embargo, aún a estas alturas los mas adelantados actores políticos de países ubicados mas allá de la medianía no dan mayor muestra de haber internalizado tal clase de concepto. Como consecuencia de ello, cada día los gobiernos toman medidas de “ingeniería social” que luego terminan como estrepitosos fracasos, no sin antes causar toda una estela de sufrimiento, cárcel, sangre e inmolación a generaciones enteras de pobladores. Quizás resulte difícil establecer cual puede ser el ejemplo histórico mas cruel de tal manera de proceder, pero seguramente la llamada “revolución” cubana tiene un puesto ganado en la vergonzosa lista de finalistas.

Cuando la variable de cualquier expectativa política es el ser humano, las cosas se complican infinitesimalmente. Hoy día ya los preceptos de Carlysle –el hombre providencial- sucumben aún en los escenarios mas humildes, y ante tales concepciones arcáicas los viandantes reclaman legitimidad para su propia visión de la vida ante la de autoproclamados “mesías” que han venido rigiendo de manera despótica y nepótica por décadas en los mas diversos países, incluyendo muchos que  operan así con la aquiescencia o incluso el beneplácito de las grandes potencias occidentales, que han dado así muestra fehaciente de que la defensa de los derechos humanos es un tema negociable a la hora de los arreglos comerciales.

Vale la pena comentar de paso algunas perogrulladas que aún hoy sostienen el discurso de muchos “revolucionarios” de oficio. Verdaderas babiecadas tenidas como dogmas: las “leyes” del materialismo histórico, el “desquite” histórico de los pueblos y/o las razas resultaron vencidas y frecuentemente vejadas o exterminadas por los que han terminado escribiendo la historia.

En nuestro tiempo está claro que todos los seres humanos venimos al mundo equipados con un variadísimo repertorio de apetitos, emociones y conductas primarias entre las cuales a cada momento optamos. En muchas ocasiones históricas, determinados colectivos se dejado arrastrar por discursos incendiarios que atizan consignas de “vencer o morir”, y efectivamente algunas de ellas han vencido y otras han sido objeto de exterminio, sin que haya podido documentarse con propiedad la existencia de cualquier cosa parecida a una suprema ética justiciera, ni siquiera una que rija los destinos de la humanidad. Desde el mas inofensivo protozoario hasta el animal tenido por fiera, para todos los seres vivir implica aprovechar oportunidades y asumir riesgos, y en ese devenir a veces salimos airosos para luego resultar inexorablemente derrotados, con absoluta prescindencia de cualquier deidad justiciera.

El gran instrumento de la justicia es la comunicación, y los seres humanos del siglo XXI tenemos todo el derecho a darnos con una piedra en los dientes de tener acceso a los instrumentos de la comunicación y el conocimiento que cada día cambia y nos desafía a ponernos a tono. Por fortuna el sentimiento de conmiseración también tiene una expresión en lo colectivo, y de la misma manera que la palabra y la internet sirvieron en 2010 para detener la cruelísima lapidación de una jóven madre iraní, será el uso de esos mismos instrumentos, mas que el patrioterismo barato y la fanfarronería, la única opción real para que cada persona, clan, tribu, raza o nación ponga a prueba lo que de verdad verdad “tienen en la bola” para insuflar en sus contemporáneos el sentido de la conmiseración social que puedan requerir para no ser aplastados.

De Gordos y Flacos

De Gordos y Flacos

Con el resultado de ésta última votación , la mitad de la población expresó su fehaciente rechazo al militarismo rojo-rojito, mientras la otra mitad prefiere acoger consignas de igualitarismo, y enfatiza la impostergabilidad de la inversion social. Una lectura sensata de esos resultados debería conducirnos a encontrar caminos para el logro progresivo de una gran negociación nacional que satisfaga con suficiencia  ambas posiciones. La sensatez impone reconocer que en ambos canastos de población electoral hay manzanas sanas y también las hay podridas. Éstas últimas por cierto son precaria minoría, pero hacen bulla con tanto estruendo y tumulto, que impiden la mutua apreciación del potencial constructivo de cada lado, e imposibilitan por ahora los acuerdos. Para superar tan absurdo impasse se hace indispensable asumir la introspección a distintos niveles: el politico-partidista, el financiero-empresarial, el sindical, etc, hasta llegar a reconocer y contextualizar las manchas originarias en nuestras historias personales, grupales y/o familiares. Sacarnos los trapitos al sol mutuamente no será necesariamente pernicioso, pues entre otras cosas nos permitirá comprender la mutua desconfianza, y aceptar la necesidad de mutua y constante vigilancia. De inicio las transacciones deberán ser “dando y dando”, lo que seguramente es “inelegante”, pero resulta indispensable para alcanzar una mínima funcionalidad. Se sabe que en asuntos económicos relacionados al abastecimiento algo de eso ha venido ocurriendo,  aunque haya tenido que ser a regañadientes de ambas partes. Es el resultado lógico de reconocer una mutua necesidad , y no hay en ello nada indigno. Haremos votos porque la ponderación de estas necesidades de abastecimiento, tan escenciales para la gobernabilidad, sigan imponiendo acuerdos, y además propicien la apertura de caminos para otros entendimientos en planos institucionales, politicos y legales.

"El pueblo unido jamás será vencido" (25 años atrás)

"El pueblo unido jamás será vencido" (25 años atrás)

Una tarde otoñal de 1973 supimos del golpe de estado en Chile. Por la TV londinense vimos con asombrado dolor los humos negros escapando impunemente de las ventanas y los techos ametrallados del Palacio de la Moneda. Meses mas tarde acudimos al Queen Elizabeth Hall para homenajear a Allende en las personas de sus embajadores musicales, aquellas brujas viriles del grupo Quilapayún, quienes cantaron melodías de Víctor Jara, para coronarlas con el himno inolvidable cuyos ecos acompañaron la profanación final del cuerpo de aquel médico, campeón de las mejores causas del ideario que entonces profesábamos. Lágrimas pudorosas, como quizás siempre ellas deban ser, acompañaron nuestro erguido aplauso militante, y en nuestra mente repiqueteó, como aún hoy, el verso pronunciado por un poeta ingles: “...and his hands were gentle, his hands were strong...”,  mientras imaginábamos la mutilación de las manos de Jara, arrastrado desde las gradas del estadio-campo-de-concentración donde aquel trovador y su guitarra se negaban a ser doblegados.

http://www.youtube.com/watch?v=LWlkWPXfvXc

Literatura y Catarsis

Literatura y Catarsis

Es frecuente ver a escritores comentando que escriben por necesidad , una fuerza poderosa pareciera obligarlos a escribir, y así a veces se asume la tarea como una manera de “exorcizar demonios internos”, cada quien con su estilo y modalidad. Escribir de algún modo nos libera de culpas. Todos somos Caín. Vivir y sobrevivir implica luchar y competir con otros seres y con frecuencia tener que derrotarlos. De otro modo ni siquiera podríamos alimentarnos. Derrotamos a las zanahorias y a los pollos que nos comemos, pero ademas tambien a otros seres humanos, querámoslo o nó, tengamos-o-nó conciencia de ello. El sentido de la conmiseración, juntado a la conciencia del juego competitivo que la vida implica constituyen el gérmen del sentimiento de la culpa. La culpa suele constelizarse en nuestra mente en la medida que sufrimos, y puede resultarnos agobiante por ratos o por épocas. En el sentido sicológico escribir equivale a confesar nuestros pecados; en ambos casos hacemos catarsis y nos liberamos de un fardo. Tal dinámica síquica es propia de occidente; nó en vano correspondió a Europa la invención de la imprenta y de la industria editorial. En cosmogonías orientales como el budismo y el hinduísmo, la carga de la culpa tiene otra vía de solución, cuando el hombre propone una ontogenia “karmática” para resolver la culpa: no sufrimos por nuestras acciones u omisiones de la vida presente, sino como resultado del arreglo “resurrectivo” de la existencia, según el cual pagamos con sufrimiento por los pecados cometidos en vidas anteriores. En ambos casos todos tenemos oportunidad de “ascender” en el camino hacia la paz espiritual que es el sentido supremo de la vida. En occidente, para que la confesión (y la escritura) resulte eficáz debe asegurarse la catarsis: el volcamiento sin cortapisas de todo cuanto alberga nuestra mente, un acto nudista que debe ignorar cualquier pudor para hacer efectivo el exorcismo.

De qué viven los políticos.?

De qué viven los políticos.?

 

   Cuando un politico es electo o designado para ejercer un cargo público, al momento comienza a recibir un salario que ha sido establecido -en teoría- para cubrir sus necesidades durante el ejercicio del cargo. Pero ocurre que por naturaleza el político corre un alto riesgo: quedarse desempleado cuando los resultados electorales no lo favorezcan.

   Se tiene, sin embargo, por gran verdad que una democracia saludable requiere la existencia y funcionamiento de una oposición política; y además suele reclamarse de ella que séa “de calidad”.

   La pregunta inevitable es entonces : de qué espera la sociedad que viva un político de oposición? Si la existencia de politicos opositores es una necesidad imperativa, es obvio que la sociedad está llamada a diseñar programas de prevision social para políticos. Mientras nuestros “sistemas democráticos” no logren dar una respuesta clara, transparente y viable a ésta medular omisión, estaremos otorgando un aval ético a la práctica de la corrupción: séa esta directa (de "calzón quitáo"), o ejercida a través de formas mas sutiles, como el simple tráfico de influencias. Ya lo dice un refrán popular: "hay que aprender a guardar para el invierno". Porqué aspirar a que en esto nuestros políticos sean menos sabios que el mismo pueblo.? Guardar para tiempos de "vacas flacas" ha venido siendo una práctica común a políticos "de la cuarta", y también a los nuevos, a veces llamados "robolucionarios". 

   En otras palabras, "la culpa no es del ciego, sino del que le dá el garrote".

   Llegará nuestra sociedad (por sus propios medios) a entender esta simple realidad y a diseñar dispositivos de previsión social para proteger a la "clase política", des-estimulando así la chispa inicial de la corrupción, como parece aconsejable? O esperaremos (como solemos hacer) a que estos conceptos y dispositivos sean "inventados" en el norte, para luego adoptarlos nosotros de manera sumisa, y con gravosa demora?

   Debemos entender claramente que el político necesita con justicia seguir viviendo cuando pasa al campo opositor, y en consecuencia tomar las acciones preventivas del caso, como PARTE de la lucha para erradicar la corrupción.

   Aunque Ud no lo crea.!

 

Libertad y Medios de Comunicación

Libertad y Medios de Comunicación

La lucha por la libertad de expresión trasciende el asunto de las libertades individuales, pues la opinión colectiva ( que genera consecuencias políticas que nos afectan a todos ), se construye a partir de las expresiones individuales, pero se vehiculiza a través de los medios de comunicación.

Por eso los medios no pueden estar secuestrados en manos de gobernantes, familias o grupos económicos. Es urgente encontrar formas de posesión de los medios que aseguren transparencia y decoro en el tratamiento y difusión de la información, si queremos una verdadera democracia, una que haga valer el sentido social de la libertad de expresión.

Un buen ejemplo de aberración irresponsable en el tratamiento de la información fué la exaltación desmedida de Chávez y sus golpistas luego del 4 de Febrero de 1992, que luego probó ser tan funesta para todos.

Y esa aberración fué cometida en buena medida por el grupo Otero, hasta tal punto que Cármen Ramia fué nombrada ministra de Chávez. En buen criollo eso se llama "pescar en río revuelto", y no debe ocurrir

Debemos urgentemente encontrar formas de posesión de los medios masivos que limiten o minimicen la probabilidad de que puedan ocurrir aberraciones de esta u otra naturaleza. Me explico?

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Ahórrese un millóncito..!

Ahórrese un millóncito..!

 

Cuanto gasta Ud en agua mineral.? Si Ud paga, digamos 15 BsF por botellón, y en su casa consumen, digamos 4 al mes, saque la cuenta.! Un gasto plenamente justificado para cuidar su salud y sus papilas gustativas. Mas hete aquí que con un poquitico de maña Ud puede reducuir tal gasto a CERO (!!), sin desmedro de sus requerimientos. Hágame caso; asi lo hace desde hace un par de años el bioquímico que aquí escribe, y en casa todos seguimos no sólo sanos, sino también lozanos: Vaya a cualquier tienda de peces y peceras, compre una bombita de burbujéo para peceras, y con ella burbujée, por un día entero al menos, sus botellones llenos de agua del chorro. Verá que, al airearse así, el agua se hace no sólo apetecible, sino además saludable por estar llena de oxígeno, que es como le gusta a los peces de cualquier pecera, y como seguramente le conviene a las células de nuestro cuerpo. Si además la desea "esterilizada", llene sus botellones con agua proveniente del calentador antes de dejarla burbujeando. 

 

UCV

Pienso en los cuadros que rodean  mi estancia, ya tienen sus días por allí, los he mirado tantas veces. Cada uno tiene su historia. Aquel añejo grabado negriblanco, me tráe recuerdos de Mirla, de paseos vespertinos, de veladas preñadas de cervezas  y de aspirantes a poetas. También de un asunto culinario: el improbable asopado de pulpo con arroz, ají dulce, cebollas y aceitunas que engullimos sin recato entre toda una poblada, pasada ya la media noche, cuando un bucle de rosas señalaba desde un rincón la ocasión de mi cumpleaños 40. Héctor Lavoe, y otros destacados soneros degañitaban sus voces desde el acetato para contento de nuestras piernas convulsas, y de los que intentábamos ser sus marioneteros. Torrentes de licores, buenos y malos, habían consumado su urinal destino. Vino Tokay –casi nada, chamo- trajo Mirla con orgullo por la tarde. Víctor Peña, cabrioleaba y pretendía vendernos sus maromas como el “estilo malandro de bailar” que él mismo y sus panas, cual street-dancers niuyorkinos, habrían meticulosamente inventado en las veredas del barrio Artígas. Antes que su escasa virtud para la danza, de Mirla registro su enjutez, su sonrisa voluntariosa a flor de labios, su especial amorosidad con el duendecillo que aún hoy apodamos Chino Mata, su tenaz tartamudeo, su ostensible disfrute en los coros, su cultivado gusto por la plástica, su admirable estoicismo ante las excentricidades de sus compinches -pesadeces incluídas- que la indulgencia  de aquellos días albergába bajo el manto de lo que sin riesgo podríamos llamar “amistad de la buena”. Cariño, pues, deslumbramiento, alegría de vivir. Aprendimos a escucharnos por sobre el murmullo tintineante y gritón del bar América, nochecitas de viernes las mas de las veces. Los temas iban y venían como relámpagos: Lo leído por Dante sobre la puerta del infierno; un mito de Chuljú; una crónica marciana; “yo me celebro y me canto, y todo cuanto es mío también es tuyo...” declamado con fervor; “Oh fortuna, qualche luna...” cantada sotovoce desde una silla vecina; y así. Queríamos ser poetas, y además jugábamos a ser politeístas. Yo me asombraba con los vericuetos de aquella arcilla imaginativa, y en las pausas me preguntaba como habría de hacer para extraviarme menos, de donde sacaría el tiempo para construir mi brújula y mi sextante. 

   Aquella tarde sabatina Mirla se prendó del grabado negriblanco, bucólico, musical, que hoy cuelga allí con su chica velluda, su aire picassiano y su guitarrón; el mismo cuadro que, lustros  mas tarde, el Chino y yo, con plena lucidez, convinimos en proclamar que era una danta que cantaba. Con fondos inesperados y recién avenidos a mi sueldo adquirí el cuadro, ya enmarcado, en una venta de solidaridad con artistas del exilio chileno. Nunca supe mas de aquel hermano de ceñudo rostro araucano (Puente Guajaro) , pero las huellas de su gubia de avezado grabador siguen horadando suavemente mis días. De alguna manera he sido y sigo siendo esa danta. 

Juglareando

Juglareando

Bautizamos este comentario con un anacronismo proveniente del medioevo (no - "medioveo", como en los años 70 escuché decir a un líder estudiantil de la ULA), para enfatizar que al difundir acá nuestro pensar y sentir, sólo reincidimos en un hábito milenario de la raza humana, que se remonta al menos hasta épocas homéricas. Por bastante tiempo hemos creído adivinar que, aparte de originarse en las nuevas ideas, el progreso humano se posibilita sólo con el advenimiento de nuevas herramientas, y en tal virtud creemos que ésta que hoy asimos para expresarnos, el blog, destacará entre los instrumentos que habrán de posibilitar el nuevo renacimiento que intuímos y deseamos, en aras de la felicidad del hombre, y acaso tambien del alivio general del sufrimiento de todos los seres biológicamente habilitados para sufrir.

 

 

Vaya gobierno ridículo.!

Vaya gobierno ridículo.!


Hé aquí la trajinada figura de uno de los "grandes estrategas" del gobierno auto-denominado bolivariano. Para convencer quien sabe a quien, ésta vez gesticula con acendrado ademán calculante, al tiempo que se anuncia el descabezamiento general de TODA la gerencia (?) de las empresas eléctricas del país. Si al ejecutar la operación, Alí Rodríguez atiende a las propias prédicas de la revolución, los sustitutos se deberán escoger nó de entre los mejor preparados, sino de entre los mas fieles a la causa y al hiperlíder, sin apercibirse de la lógica de la simulación, que atiende siempre a la conveniencia personal del simulador. Por eso lamentamos tener que ser mas que escépticos ante el gesto de Alí, tan acuciosamente fotografiado.